Ciudad de México, 29 marzo. El jardín escultórico Edward James, Las Pozas, ubicado en Xilitla, San Luis Potosí fue creado por el poeta, artista británico, benefactor y mecenas del movimiento surrealista, Edward James.
Un comunicado añadió que, por Surrealismo, se entiende al movimiento artístico y literario surgido en Europa en 1917, que afirma que el mundo de los sueños y el inconsciente son fuentes para la inspiración y la creación.
El especialista André Breton define al primer Manifiesto Surrealista como: “un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”.
Enclavado en la Huasteca Potosina, Edward James encontró el escenario perfecto para montar la obra de su vida.
Entre cascadas y pozas, naturales o creadas, que preparan la mente para la inmersión en un mundo de ensueño, un laberinto surrealista se abre paso.
Edificios que evocan el sinsentido, puertas que dan paso a la nada, escaleras que conducen al cielo y flores de concreto que crecen al mismo tiempo que las naturales.
De acuerdo con el texto, la arquitectura del Jardín Escultórico representa un conjunto artístico y escultórico surrealista inspirado, tanto en las orquídeas, como en la vegetación de la Huasteca Potosina.
Combina elementos representativos del movimiento surrealista en el cual Edward James se encontraba inmerso.
Un Shangri-la, fusión entre lo orgánico y lo artificial, entre la selva y el concreto, logrando así, fusionar los dos mundos en uno solo.
El origen del Jardín Escultórico se remonta a 1947 cuando Edward James (quien vivía en una especie de semi exilio en Estados Unidos), adquirió una plantación de café cerca de Xilitla, San Luis Potosí.
La registró a nombre de su entrañable amigo que se convertiría en el responsable de dar seguimiento y continuidad a la materialización de sus ideas, Plutarco Gastélum.
Durante los primeros años, Edward James destinó el área de Las Pozas como plantación de una fabulosa colección de orquídeas y como hogar de diferentes especies de animales exóticos (venados, ocelotes, serpientes, flamencos y otras aves).
En 1962, después de una helada sin precedentes que destruyó gran parte de la plantación, Edward James dio inicio a la construcción del jardín escultórico que conocemos actualmente.
En su edificación colaboraron más de 150 personas entre carpinteros, albañiles y jardineros. La construcción se detuvo en 1984, año en el que falleció Edward James. No es hasta 1991 cuando el jardín abre las puertas al público.
El conjunto escultórico de Las Pozas se localiza en un predio ubicado en la localidad denominada La Conchita, municipio de Xilitla, San Luis Potosí. Ocupa una superficie de casi nueve hectáreas de jardín y 37 del predio donde están 27 edificios, estructuras y esculturas.
El texto señaló que algunos de los edificios y esculturas más representativas de esta corriente son:
El Cinematógrafo: destinado para la proyección de películas para los habitantes del Xilitla. Edward James decía que al mirar a través del arco era como tener una pantalla permanente hacia el jardín.
La Plaza de don Eduardo: James bautizó la plaza como San Isidoro en honor al gran árbol que allí crece. Posteriormente, los trabajadores la rebautizaron como plaza San Eduardo, por ser el lugar en donde recibían su paga.
El Palacio de bambú: James le llamaba “la torre de la Esperanza”, decía que algún día sería su casa.
Entre 1964 y 1967 la destacada pintora Leonora Carrington visitó el conjunto, dejando como testimonio un mural de 0.90 por 2.55 pintado al fresco.
El mural ubicado en la casa de Plutarco Gastélum, actualmente convertido en la posada El Castillo (hogar de Edward James durante sus visitas a Xilitla), corresponde a una figura con rasgos humanos feminoides con cabeza zoomorfa.
La obra es un trabajo significativo de la pintora en México, por sus características artísticas se integró de manera natural al entorno surrealista del sitio habitado por Edward James.
En 2007 la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C, adquirió el Jardín Escultórico con el propósito de preservar las esculturas y proteger el ecosistema.
El espacio fue declarado monumento artístico en 2012 por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) por revestir valores estéticos relevantes.
El conjunto escultórico guía su manejo bajo la reglamentación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.
La reglamentación apoya a lograr un reconocimiento global y acceder a programas mundiales de protección a monumentos relevantes ayudando a preservar este patrimonio artístico de la nación.